Hace tres días se me rompió uno de los discos duros externos. Tenía dos LaCie Porsche, uno de 250 y otro de 500 GB. En el de 500 están todas las películas y series, en el otro documentos y música.
Cometí un error y fue usarlo 24 horas/365 días. Realmente no tendría por qué haberle pasado nada, era un disco de 3'5, de los grandes vamos, y llevaba funcionando sin problemas un par de años. El problema ha sido el verano y las noches encendidas con descargas a tope, y, supongo que por el calor, dijo basta.
He intentado recuperar la información, viendo que en cualquier recuperador especializado te cobran entre 500€ y 2000€ pues prefiero volver a instalarme/bajarme lo que tuviera. El problema viene por mi proyecto de fin de carrera, que he perdido TODO. Afortunadamente fui previsor y tenía copias por varios sitios, pero las últimas modificaciones y la información interesante para la memoria se ha evaporado.
Como anécdota diré que tras la desesperación incial hice la burrada de seguir un consejo, bastante común por otro lado, de un blog que encontré, que recomendaba congelar durante unas 4 horas el disco. Si lo pensamos tiene sentido, porque a causa del calor el disco se ha podido doblar, y congelándolo podría volver a su estado durante un rato, tiempo suficiente para recuperar todo. Lamentablemente no funcionó.
Rápidamente mi hermano fue a comprar otros dos discos, dos SATA, uno de 500 para dentro, así nada de tener USBs encendidos perpetuos, y otro de 320 para la música y demás historias, con carcasa externa bien montada. De hecho creo que no voy a volver a comprarme un disco externo, veo más útil comprarte el disco que quieras y montarlo en carcasa externa tú mismo. (En el LaCie el disco era Western Digital, que no me gustan ni un poquito, los he visto fallar bastante. En cambio en el nuevo le hemos puesto un Seagate con buenas prestaciones, y además, sale mucho más barato.)
Próximamente, si tengo ganas me haré algún tutorial para comenzar un proyecto de fin de carrera, ya que prácticamente lo empiezo de cero, así que veremos en qué queda.
Animáos
4 de agosto de 2008
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