16 de marzo de 2007

Días de colegio

No puedo evitarlo:

Hace tiempo tuve (ya pasó esa feliz época) un profesor de Filosofía/Ética que estaba como una **** cabra, aquí van algunas de sus historias:

- Era muy típico que tras un examen y mes y medio después (tiempo necesario para corregirlo) llamase uno por uno para comentarlo. A mi siempre me llamaba y comenzaba: "Bien, muy bien, te has esforzado mucho y se nota. Tienes un 3". Y no, no lo decía con ironía. Es que era así.

- Al pobre hombre le robaron el coche. El iba conduciendo y vio una panadería, y debió pensar "coño, si no tengo pan" y el tío se bajó. Dejando el coche en marcha con las llaves puestas. Y como era de esperar cuando salió su coche no estaba. Lo triste del caso es que nos lo contaba en clase diciendo "pero no le guardo rencor a quien lo hizo, tal vez lo necesitara más que yo". Acojo*****.

- Lo bueno de este hombre es que llevaba la vocación de profesor muy dentro, en dos situaciones nos libramos de dar clase por los siguientes motivos: Según entra por la puerta comienzan a sonar aplausos esporádicos en algunos pupitres, que se van extendiendo a toda la clase. El profesor deja entrever su sonrisa, y entonces (victoria, pensamos todos) aplaudimos más fuerte. Su sonrisa nos llena de felicidad (de esta clase nos libramos, pero necesitamos un empujoncito...) entonces alguien se levanta mientras aplaude, y seguimos su ejemplo, nos ponemos en pie aplaudiendo. Al profesor se le salían las lágrimas hasta tal punto que se marchó de clase entre aplausos. Sobra decir que cuando volvió no dimos clase.
La segunda fue parecida, sólo que en lugar de aplaudir le cantamos un cumpleaños feliz. Tras terminar, y agradecernos efusivamente el acto, a pesar, dijo, de no ser su cumpleaños ni siquiera en este mes, nos volvimos a librar de dar clase. Si es que este hombre era un chollo.


Pasé algunas más en aquella cárcel-manicomio, perdón, colegio, pero estas son las principales.

Saludos.

P.D.: En alguna otra ocasión hablaré de las sesiones de Educación Física, que para entrar al vestuario debías pasar por un "pasillo" (si no sabes que es un "pasillo" es que has tenido una infancia feliz. Y no, de nada servía decir "mosca"...), o de las míticas clases de Dibujo Técnico ininterrumpidas a pesar del "motorrabo" (ese artefacto de los servicios de limpieza que es como un aspirador pero al revés -echa el aire hacia afuera. Con bastante potencia-), y mientras el profesor seguía explicando. No se enteraba nadie, claro. Por no hablar de las clases de inglés (Escalera... escalator).

2 comentarios:

pijomad dijo...

¿pero QUE COLE era ese?

Elthamare dijo...

Te puedo asegurar que el colegio en si tiene buena fama (relativamente, la fama buena la tiene visto desde fuera, los que estuvimos dentro...). No quiero decir el nombre por aquello de la privacidad y el respeto, pero puedo asegurar que los hechos son verídicos en su totalidad.

En cualquier caso es entrañable recordar con los colegas estas situaciones bizarras.